viernes, 21 de noviembre de 2008

Lunes, 10 de la mañana.

Lunes. 10:00 AM. Comienza en mi centro un curso para personas que quieren montar su propia empresa (emprendedores, que se les llama últimamente, queda muy bonito). Es un curso en el que se les va a ayudar a hacer el plan de empresa y el plan de viabilidad, que necesitan si van a pedir subvenciones o créditos. No es un tipo de formación demasiado habitual, es un curso más bien difícil de encontrar. Están citadas 10 personas, a las que se ha llamado la semana pasada y han confirmado su interés en comenzar el curso.

10:30. Sólo se han presentado 3 personas. Las otras 7 no han dado señales de vida. Si a lo largo de la mañana no aparecen al menos otras 4 personas el curso tendrá que suspenderse.

11:30. Hemos llamado a las 7 personas que no se han presentado. Uno dice que ha empezado a trabajar, a dos de repente no les interesa el curso, otro ha empezado un curso distinto, otra dice que tiene que ir al médico...

A mí me surgen unas cuantas cuestiones: ¿por qué todas estas personas no han avisado de que no se iban a presentar? ¿por qué no dijeron que no querían hacer el curso cuando se les llamó la para confirmar si estaban interesados? Sólo se me ocurre una palabra para definir a estas personas: impresentables. Bueno, y la más evidente: maleducados. Como es un curso gratuito subvencionado por la Comunidad de Madrid, la gente pasa de venir ni de dar explicaciones ni de disculparse. No se responsabilizan de sus actos, les da igual, al fin y al cabo no pagan por ello (al menos, no directamente, aunque sí con sus impuestos), no sienten ningún tipo de obligación ni de compromiso.

Por desgracia, esta situación es bastante habitual desde hace dos o tres años. Me pregunto si todo el mundo se ha vuelto de repente una panda de irresponsables y groseros.

Uy, qué cabreo...

5 comentarios:

Rose dijo...

En mi empresa el próximo lunes también se imparte un curso para instaladores. No sólo es gratuíto, sino que se obtiene un determinado carnet, y se convida a una comida. El curso es para 12, y están apuntados 17. Ten por seguro que no vendrán más de 8....
De todos modos, eso de no avisar con antelación de las ausencias es de lo más común. Por lo visto, lo extraño es lo contrario. El lunes y martes de la semana próxima me los cogeré libres y no iré a trabajar. Esta mañana he llamado a la guardería de Ir. para avisarles de que la niña lunes y martes no va a asistir, ya que, por supuesto, pienso dedicar esos día a achucharla y babearla todo lo que pueda. Pues su cuidadora me ha agradecido repetida y encarecidamente que les haya avisado. Lo que debiera considerarse algo normal, incluso de obligado cumplimiento, resulta ser algo que causa estupor. En fins.....
Buen fin de semana. Por aquí, otro día más, sigue lloviendo...

Nadie dijo...

Pues sí. Yo trabajo con cita previa, y soy de las que se postran a los pies de quienes avisan de su no asistencia, porque son realmente raros especímenes, y me hacen sentir la agradable sensación de tener margen para reorganizar mi agenda de modo que me resulte lo más aprovechada posible, tanto en lo laboral como en lo personal.

Lo peor muchas veces no es tanto el plantón, que ya es bastante desagradable de por sí. A ti, Jean Louise, al menos te cogieron el teléfono... Para mí lo peor muchas veces es que, después de no venir, llamas y el teléfono permanece sospechosamente apagado o fuera de cobertura durante tiempo y tiempo... luego, directamente, no te lo cogen.
Entonces a mí la palabra que se me viene a la cabeza es otra: cobardes.

Gemma dijo...

Pues a mí no me extraña nada lo que cuentas. Me parece que se debe a lo que has dicho: en pocos años nos hemos vuelto irresponsables, maleducados y pasotas. Así no me extraña que tengamos la imagen de impresentables (de poco serios) que tenemos en el extranjero...

Un abrazo solidario

NáN dijo...

llevamos ya alguna que otra generación de niños excesivamente mimados (el emperador/emperatriz de la casa) + unos modelos sociales que impulsan al individualismo.

El resultado es gente socialmente insoportable. Centrada en el yo.

(Como los que habéis escrito por aquí, si hago reserva en un restaurante y por lo que sea no voy a ir, lo primero que hago es llamar para anularla; y noto que se quedan agradablemente sorprendidos del detalle).

Puaj, puaj. Esto tiene poco remedio. Cuando el emperador cambia de opinión el súbdito se jode.

Jean Louise dijo...

Perdonad por la tardanza en contestar. El frío me sienta mal (jeje, qué mala excusa).

Pues sí, la gente cada vez es más maleducada. Piensan que sólo tienen derechos y ninguna obligación.

Hemos empezado otro curso esta semana. Esta vez han venido justo el mínimo de personas para poder comenzar el curso. No os cuento lo que tuvimos que hacer para poder continuar con el anterior...

Besos.