viernes, 9 de mayo de 2008

Iron Man

En Hollywood parecen bastante faltos de ideas y supongo que por eso en los últimos años hemos tenido una avalancha de pelis basadas en comics, y las que nos quedan, que esto por el momento no tiene visos de finalizar. ¡Si incluso se van a atrever a adaptar a la gran pantalla Dragon Ball...!(que dios/alá/buda/MEV nos pille confesados).

Pues sí señores, señoras, señoritas, niños y niñas, aquí nos llega otra de superhéroes. Después de cintas decentes como X-Men (las dos primeras), Spiderman (las dos primeras), Hulk (dentro de poco se estrena el remake de la película que hizo Ang Lee sobre este personaje), Hell Boy (pendiente también de estreno la segunda parte) o Batman Begins (en breve tendremos en las pantallas The Dark Kinght) y después de fiascos infumables como Daredevil (sí, me la tragué y encima pagué por verla), Elektra (idem), El motorista fantasma (con mi actor favorito de todos los tiempos, el Nicolás) o Los cuatro fantásticos (esa Jessica Alba haciendo de Sue Storm...), llega a nuestras pantallas uno de los héroes por antonomasia: Iron Man. Y sí, he pagado por verla. Y no, no me arrepiento.

Para los que no sepáis nada de este superhéroe, os cuento un poquito el argumento. Tony Stark (el alter ego de Iron Man) es el dueño de una importante empresa de la industria armamentística de EEUU, mujeriego y alcohólico que, tras un serio "percance", decide cambiar su vida y luchar contra la injusticia, construyendo una armadura que le hace prácticamente indestructible y saliendo a luchar contra los malos malísimos de nuestros tiempos: los terroristas árabes, por supuesto.

A diferencia de algunas de las películas que he mencionado anteriormente, de Iron Man no había leído ningún cómic, así que no iba con ninguna expectativa. Ni siquiera había visto el trailer, aunque sí había echado un vistazo a alguna foto de la armadura. Y tengo que reconocer que me ha gustado, sobre todo por la presencia de Robert Downey Jr. La cinta es bastante espectacular y no te aburres en ningún momento que, al fin y al cabo, es de lo poco que se le puede pedir a una película de acción. Los efectos especiales son impresionantes y tiene, por supuesto, como todas las pelis de la Marvel, el consabido cameo de Stan Lee.

Además, cuando terminó la película me quedé con ganas de más, así que creo que los 7 € que me gasté no fueron mal empleados. ¡Ah! Por cierto, si vais a verla no os perdáis la escena tras los títulos de crédito. Da pistas para otra peli.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta es una película que no me importaría ir a ver, pero teniendo tantas películas pendientes por ver...